miércoles, 17 de agosto de 2011

Piñera descarta presentar una nueva propuesta educativa en Chile.


El Gobierno chileno anunció ayer que no presentará nuevas propuestas de reforma educativa a los estudiantes, que llevan tres meses movilizados en demanda de una enseñanza pública gratuita y de calidad, y los invitó a dialogar sobre las 21 medidas que presentó la semana pasada. La decisión ha despertado la ira inmediata de los sectores estudiantiles, que rechazaron el diálogo y anunciaron más movilizaciones para hoy y otro paro nacional el próximo 18 de agosto. Además, han comenzado a recoger firmas para la celebración de un referéndum para resolver el conflicto.
"No hay una nueva propuesta porque creemos que en la que se entregó el lunes pasado están todos los temas", ha dicho el portavoz del palacio de la Moneda, Andrés Chadwick, al referirse al plan presentado por el ministro de Educación, Felipe Bulne, que fue rechazado por los estudiantes. Las federaciones consideraron insuficiente lo relacionado con una garantía constitucional de la calidad y gratuidad de la educación pública, la prohibición del lucro de las universidades privadas y la devolución al Estado de la administración del sistema de enseñanza, ahora en manos de los municipios.
Ese rechazo se reforzó con el paro nacional que movilizó, según los organizadores, a más de medio millón de personas en todo Chile, durante el cual se registraron 396 detenidos y 78 heridos, 55 de ellos carabineros.
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, por su parte, ha pedido a los estudiantes que reflexionen y trabajen con las autoridades en proyectos que mejoren la educación. "El movimiento sigue, cueste lo que cueste", ha declarado la dirigente de secundaria Daniela Isla, que añadió, que la movilización ya no es solo de los estudiantes "sino también de los padres y los trabajadores".
En ese contexto, el ministro Bulnes planteó ayer tres posibilidades de recuperar clases a colegios y alumnos que quieran salvar el año. Una es que los colegios que estén ocupados compartan la infraestructura con otro que no lo esté, de tal modo que un centro funcione por las mañanas y el otro por las tardes. La segunda opción es los colegios ocupados funcionen en lugares alternativos, como gimnasios, bibliotecas o establecimientos preuniversitarios, entre otros. La tercera opción es permitir que los alumnos estudien en sus casas y que luego se examinen para pasar al curso siguiente.
Para ello, los estudiantes deberán inscribirse en un registro que abrirá el Ministerio de Educación, que también les entregará las bases curriculares y los contenidos que deben manejar para examinarse, así como el material pedagógico que requieren.

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