viernes, 26 de agosto de 2011

Apple afronta con dudas su futuro sin el 'mago' Jobs.

Una realidad sin Steve Jobs, sin el maestro de la innovación. Ese es el nuevo escenario que trataba de digerir ayer Wall Street, después de que la figura más relevante en el universo tecnológico admitiera que, por enfermedad, no puede cumplir su función y que delegaba oficialmente en Tim Cook el puesto de consejero delegado de Apple. Y la conclusión es que las cosas irán bien, por ahora, para la segunda compañía mundial por valor en Bolsa.
Jobs llevaba 14 años al frente de Apple, el gigante corporativo que fundó junto a su amigo Steve Wozniak en 1976 buscando una alternativa al coloso IBM. No es la primera vez que suelta los mandos. En 1986, fue forzado a dimitir. Y tras 11 años de exilio, volvió a Cupertino para evitar la bancarrota, en un vuelco que ya está escrito en la historia corporativa.
Desde entonces, los títulos de Apple se revalorizaron un 6.760%. Y aunque en el mundo tecnológico se llevara tiempo imaginando esta situación por el delicado estado de salud de Jobs, el anuncio provocó que las acciones del fabricante del iPhone cayeran un 7% durante la noche. Una caída que se moderó ayer, al cerrar con una bajada del 0,65%%, y quedaba 2.200 millones de dólares por debajo de ExxonMobil, la empresa con más valor del mundo (unos 349.000 millones de dólares).
La historia de Jobs define la de la propia Silicon Valley. Y su contribución al mundo de la tecnología de consumo le convierte en uno de los grandes innovadores de los últimos 75 años y un transformador de la industria, hasta el punto de ser considerado como el Thomas Edison del siglo XXI. Ese es su legado, y el reto para Cook, hasta ahora jefe de operaciones.
Como indican desde JP Morgan Chase, un ejecutivo puede tener un impacto relevante en su compañía, "unas veces positivo y otras negativo". En el caso de Jobs, en su segundo mandato en Apple no solo llevó adelante una "impresionante recuperación", sino que además la consolidó como una compañía dominante en la era digital. Y su renuncia, señala Morgan Stanley, zanja el debate sucesorio.
La opinión compartida es que Apple irá bien sin Jobs, al menos durante los próximos años. El impacto, según UBS, será "limitado" porque la influencia creativa del mago Jobs impregnará los próximos productos que salgan al mercado. Además, seguirá como presidente del Consejo de Administración de la firma. Y el gigante de Cupertino cuenta con un colchón de 76.000 millones de efectivo.
Por no dejar de mencionar la cartera de talento amasada durante estos últimos años. Cook toma, por tanto, el mando en la mejor situación posible para la compañía. Pero lo que también es cierto es que Apple se queda sin su poderosa estrella. Y eso plantea la duda sobre cómo reaccionarán los socios y los consumidores.

1 comentario:

  1. Siempre fue una marca de lujo para mi, y a la hora de la verdad, por mucha calidad que ofrecieran, otros productos realizaban las mismas tareas. Y mucho más barato!!

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